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Tratando de ser la Hija Perfecta y a la vez la Carme Imperfecta
Carmela A rraval
Leonina. Hija única, con dos medios hermanos mucho mayores. Ama a su padre, lee mucho, escribe porque lo considera una manera útil de perder el tiempo, transcurre sus viajes escuchando música y no puede vivir sin sus chonguitos.
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estás sentada?
Wednesday, March 19
5:07 PM
mensaje que desencadenó todo un mar de pensamientos y flashbacks: "para empezar semana santa movidita:me desmayé en el colectivo por calor"
Remonto a la primera vez que me desmayé, tenía 6 años, estaba jugando a la mancha en brasil con unos meninos en el hotel y derepente cuando estaba en la casa "terreno seguro" mire a Newton y al toque, como por arte de magia, me desmayé, así sin más. Lo único que me acuerdo después fue que el padre de Newton, Gerais, un negro bien fornido con cara de ángel de la guarda sufrido, me levantó como princesa y me llevó a las piletas arriba. Trato como 20 minutos hacerme caminar mientras mis viejos venían de no sé donde (si, tuve padres ausentes de niña) y no había caso, estaba débil como una hoja de papel. Gerais, se ponía nervioso, y yo le decía que estaba bien que podía volver a jugar con newton y los otros meninos, pero la verdad era que no tenía ni fuerza para doblar una ramita. Gerais era super bueno conmigo y con mis viejos, me conocía desde los 2 años y me cuidaba como una hija y era practicamente una prima para Newton. Eso es el único habito que me gusta de mis viejos, siempre vamos a los mismos lugares por la gente, no por el lugar en si, y parece que siempre estoy en familia, sean mis viejos o la gente que me rodea.
Cuando al fin recobré color y un poco de fuerza después de un choclo y un jugo de morango, pude ponerme de pie. Me acuerdo también que me quedó un chichón ENORME en la cabeza que era lo que más me dolía, y me dolió como por 3 semanas.
Finalmente llegan mis padres y se hacen los preocupados, mi mamá llora, mi papá le agradece encarecidamente a Gerais lagrimea un poco, yo les digo que estoy bien que solo fue una caidita, y mi viejo los invita a comer a él y a Newton, la madre había muerto cuando Newton era solo un bebé.
La segunda vez fue más razonable ya que era más grandecita y en esa época no comía una mierda, estaba todo el tiempo pálida, ojerosa y hecha un palo. Practicando una coreo de Hugo-Midón, chocó mi codo izquierdo con una silla y grito un AUUUUUUUUUUUUUUUU y me desmayo. Gracias a la paja de mi madre ese día había faltado al laburo y estaba a la tarde en casa (sino hubiera estado sola y quien sabe que me hubiera llegado a pasar) me reanima. Entonces decide llevarme a un doctor.
Y para qué? Estuve dos meses a dietas para subir de peso, de esas dietas que te hacen comer hasta reventar pero comida sana no porquerias, no señor te hacen sufrir, e inyecciones de hierro, y con el tiempo volví a tomar color. Torturada por toda la familia a causa de mi principio de anorexia no querida, además de que en esa época estaba haciendo muchas actividades todos los días: natación (con Daniel, clases sola, lo más tortuoso de la vida nadar sola), natación en el colegio, gimnasia artística, comedia canto y baile, lo que me quitaba 5 días de la semana. En fin, después todo volvió a la normalidad. Nació mi sobrino, todo volvió a la normalidad y pasé a desaparecer de la familia.
Y la tercera y última vez, estaba en la casa de Juana, medio zombie ese día y en al cocina buscando un vaso de agua, no sé porqué me desplomo al lado de ella. Me ataja y me entra a dar cachetadas, no estuve ni medio segundo desmayada, me dio tales cachetadas que estuve con los cachetes colorados por días (sus cachetadas son mortiferas)
Lo que me resulta raro es que no se preocuparon seriamente cada vez que me desmayaba, y por lo que la gente me dice, no es muy común desmayarse, hay gente que no se desmaya en toda una vida. Pero papá creo que solo se enteró de la primera y mamá de las tres y solo tomo riendas en el asunto la 2da porque ya se venían quejando de que comía poco. Años después se quejaría de que comía mucha porquería y me mandaría a un nutricionista para moldear mi forma de comer, que sigue siendo la misma, me revelé siempre con el pobre hombre, lo volvía loco (perdón Fernando, no tenías la culpa, era una ira contenida hacía mi madre que la ligabas vos).
Labels: flashbacks, quejas a madre
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